La imagen personal está sobrevalorada. La desarrollamos, la mimamos, la cuidamos como si fuera lo más importante que tenemos y un buen día oímos a un amigo decir por lo bajini "¿Y quién ha invitado al Imbécil?".
Esto es mío, mis opiniones son mías, todo lo que pongo es mío (salvo cita) y nada de lo que pongo tiene ninguna relación con el mundo fuera de este blog y, si se la encontráis, decídmelo, y os recomiendo algún médico de confianza que os mire eso y las venéreas.